lunes, 2 de febrero de 2009

Monólogo sobre el sexo II

El sexo está bien al principio... por la novedad, pero en cuanto empiezas a practicarlo en pareja la cosa se jode.


Por ejemplo, intentar tener un orgasmo simultáneo es imposible. Es como pretender ponerse de acuerdo para eructar al mismo tiempo. Eso no hay quien lo controle. ¿Ustedes han visto parejas que eructen a la vez? ¿Se imaginan?


Él, eructando de repente, y ella: - Eres un egoísta, no me has esperado. Acabaríamos todos fingiendo los eructos.


Además, si eres tío, el sexo es como la mafia: nunca puedes decir que no. Siempre tienes que tener ganas.


Un ejemplo: yo estoy en una exposición de arte figurativo etrusco -una cosa muy común- y llega Naomi Campbell y me dice que quiere hacer el amor conmigo -algo también muy común- Bueno, pues si le digo que no me apetece, al día siguiente media España piensa que soy gay.


En fin, que al final haces un esfuerzo y acabas acostándote con ella... pero por el qué dirán. ¡No hay derecho, joder! Es como si vas a un restaurante, no te apetece solomillo y el maître va por ahí diciendo que eres vegetariano.


Aunque hay maîtres que hacen cosas peores: te hacen sentir como si te estuvieran haciendo el amor. Se pegan toda la comida vigilándote para ver cómo te lo pasas. Y luego te preguntan: - ¿Le ha gustado al señor? Que te dan ganas de decirle: - Sí, ¿Y usted ha disfrutado, o me lo he comido demasiado rápido?

3 comentarios:

Unknown dijo...

No voy a comentar nada, porque está la Susodicha Dos al quite y no quiero indisponerme con el personal.

Pero disiento sobre eso de la Campbell. Además, los hombres siempre anteponemos la perpetuación de la especie a nuestros intereses personales, Quod erat demonstrandum (gracias de nuevo por los libros de latín).

Dodo dijo...

Ehhhhh... Falso. Por la perpetuación de la especie mejor te vas a un banco de donación de semen, donde sacarán mayor provecho (léase bombo/ml cúbico) a tus espermatozoides. Y ya me dirás qué tiene que ver eso con el sexo, payo.

En cualquier caso, sí, todo es cierto. Quizá ha faltado mencionar que los hombres también fingimos, aunque creo que se intuye en eso de hacer "un esfuerzo" con la Campbell. Mmmmm. Me pregunto cuántas parejas habrán cohabitado sin querer, cuando él accedió con esfuerzo (porque se supone que siempre quiere) a la petición desganada de ella (que hace el sacrificio porque se supone que él siempre quiere). Sinceridad, divino tesoro.

Morgana dijo...

Llegar juntos a un orgasmo no es imposible. No hay cosa que se disfrute más... jeje