No, no es el título de un nuevo libro ni nada por estilo. Ese sugerente nombre corresponde a un vibrador, pero no un vibrador cualquiera.
Un vibrador ecológico que no tiene pilas y que para que funciones hay que darle a la mano para accionar una manivela hasta que se carga.
Een principio estaba destinado para satisfacer las necesidades sexuales de las mujeres del tercer mundo, donde la corriente eléctrica no es fiable y las pilas son muy caras y difíciles de conseguir.
Pero los fabricantes se dieron cuenta de que el "juguete verde" tendría mucho más éxito si aprovechaban la veta ecológica, tan reclamada en estos momentos en el primer mundo, después de que lo presentaran en una feria sobre electrónica, celebrada en Austria.
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